EL ATLÉTICO DE MADRID, CUARTO EQUIPO QUE CONSIGUE EL DOBLETE
El Atlético de Madrid, con su triunfo en la Liga y Copa de la temporada 95-96, se convirtió en el cuarto equipo en la historia del fútbol español capaz de alcanzar los dos títulos más importantes del calendario nacional el mismo año.
Hasta esta temporada, tan sólo el Athlétic de Bilbao, en cinco ocasiones, y el Barcelona y el Real Madrid, en tres, se habían hecho acreedores a este merecimiento.
El entrenador serbio consiguió convertirse con estos triunfos en el técnico más rentable del club, desde que Jesús Gil se hiciese cargo de la presidencia, en junio de 1987.
Antic no sólo fue el segundo entrenador que sobrevivió toda una temporada (anteriormente lo hizo Luis Aragonés, 1991/92) a la ansiedad del alcalde de Marbella, sino que llevó al club madrileño a alcanzar la Liga más larga de la historia, con 42 jornadas.
Para ello, el técnico se valió casi exclusivamente de once jugadores, con lo que consiguió que los aficionados del equipo madrileño recitasen de memoria la alineación del Atlético de Madrid, algo muy usual hace treinta años, pero casi imposible en los últimos.
Molina; Geli, Solozábal, Santi, Toni; Vizcaíno, Pantic, Simeone, Caminero; Penev y Kiko han sido la base del equipo con las puntuales aportaciones de López, Biagini y Roberto, algo que contrastaba con los treinta jugadores empleados por el Real Madrid.
Antic, además, consiguió que el Atlético de Madrid establezca una serie de registros dentro del campeonato español que se antojan difíciles de superar.
Entre ellos figuraban las trece victorias a domicilio, que superaron el récord del Real Madrid de la temporada 86/87 fijado en once y las cuatro derrotas en el Vicente Calderón, que lo convierten en el equipo campeón que ha sumado más tropiezos en casa.
También figuraban los 87 puntos conseguidos en la tabla, que superan los 66 del Real Madrid de la campaña 86/87 y las 39 jornadas que ha permanecido como líder, una más que el Real Madrid en la temporada 86/87, si bien con cuatro jornadas más.
Entre los récords particulares de sus jugadores destaca el trofeo al portero menos goleado de su meta José Francisco Molina, quien gracias a su brillante temporada fue incluido por Javier Clemente en la relación de 22 jugadores que iba a disputar la Eurocopa.
El guardameta valenciano, junto al capitán de la selección sub'21, Santiago Denia y sobre todo al yugoslavo Milinko Pantic demostraron ser los fichajes más acertados del club madrileño.
Pantic, comprado al Panionios griego por ochenta millones de pesetas, se reveló, con sus cuatro tantos de falta, como el mejor especialista de la Liga española en colocar balones allí donde sólo tejen las arañas.
El yugoslavo supo llevar, junto a José Luis Pérez Caminero, las riendas del equipo en los minutos más difíciles, especialmente en la final de la Copa del Rey, en la que anotó en la prórroga el tanto de la victoria de su equipo.
La única pena del Atlético fue no haber situado a uno de sus jugadores como máximo anotador de la Liga. El búlgaro Luboslav Penev comenzó muy fuerte, pero con el paso del tiempo fue bajando su capacidad rematadora. Kiko tampoco pudo seguir la estela del jugador del Tenerife, Juan Antonio Pizzi. Sin embargo, los once goles conseguidos (siete de cabeza, dos menos que el uruguayo del Real Zaragoza, Gustavo Poyet), le permitieron volver a ser el jugador de cuatro años atrás, cuando anotó el gol más importante de la historia del fútbol español, el que dio a España la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona.